jueves, 29 de marzo de 2018

‘The Division Bell’, álbum de Pink Floyd (y 2)

(Continuación) Un Paul Simon que, por si no cae, fue la otra mitad durante catorce años del dúo de folk rock Simon and Garfunkel junto a Art Garfunkel, quien alternó su carrera musical con la de actor, con los negocios para los que demostró tener buen ojo y con la docencia de las matemáticas en algunas universidades neoyorquinas.
Garfunkel tiene un Máster en Matemáticas por la Universidad de Columbia y es sabido que esta ciencia y este arte tienen mucho en común.
Guía del Autoestopista Galáctico
Ya que les he citado la obra, comentarles que es frecuente encontrar referenciada esta serie de novelas como “una trilogía en cinco partes”, y sí ha leído bien, yo no me he equivocado al escribirlo, ni tampoco se trata de un error tipográfico. El aparente galimatías se inició cuando al aparecer la tercera entrega de la saga se la describió como una trilogía, lo que es natural.
Lo que no lo es tanto es lo que sucedió después, cuando salió una cuarta entrega y se intentó arreglar el desaguisado editorial diciendo que era “una trilogía de cuatro partes”, que finalmente adoptó esa extraña descripción, “una trilogía en cinco partes”, al editarse el quinto y último libro.
Por si están interesados la saga se compone de los siguientes ejemplares: Guía del autoestopista galáctico (1979), El restaurante del fin del Universo (1980), La vida, el universo y todo lo demás (1982), Hasta luego, y gracias por el pescado (1984) y Informe sobre la Tierra: fundamentalmente inofensiva (1992). Y como les comenté fue todo un éxito de venta.
En el momento de la temprana muerte de su autor, Adams murió con tan solo 49 años a causa de un infarto que le sobrevino mientras estaba en un gimnasio, la serie había vendido más de quince millones de ejemplares. Que se dice pronto pero que cuesta de alcanzar y contar.
Douglas Adams y Pink Floyd (1994)
Una prueba del vínculo de Douglas con la música y de su amistad con David la encontramos en el siguiente y extraordinario sucedido: el músico invitó al escritor a tocar con su grupo en una de sus multitudinarias actuaciones.
Como lo leen, tocar en un escenario ante miles de personas y nada menos que con Pink Floyd. Eso es un amigo y lo demás es cuento.
Fue una especie de regalo con motivo del 42 cumpleaños del escritor, que lo celebró en el escenario del Earls Court de Londres durante uno de los recitales de la gira de 1994, que el grupo realizó con motivo del lanzamiento de su disco The Division Bell.
Douglas tocó la guitarra rítmica en las evocadoras canciones ‘Brain Damage’ y ‘Eclipse’, del octavo álbum del grupo publicado en 1973 y que tiene un sugerente título, The Dark Side of the Moon, y una motivadora portada. No les digo más, ya saben que tiendo a la dispersión, y les dejo con la grabación, pero quedan pendientes algunos flecos científico-musicalesde 1994.
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.



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