miércoles, 22 de febrero de 2017

¿Flotaría un globo de helio en la Luna? (2)

(Continuación) Todo eso, claro, si el valor de dicha intensidad lo hace posible. Una posibilidad que, precisamente, no se da en la Luna, cuya atmósfera es insignificante debido a su baja intensidad gravitatoria, incapaz de retener moléculas de cualquier gas en su superficie.
Lo que no significa que no tenga, que de hecho la tiene, dado que la mayor parte de los gases en su superficie provienen de su interior, en un proceso de emisión que no ha cesado desde que el satélite se formó.
Pero que tal como llegan a ella desde el interior, se escapan hacia el espacio exterior casi, casi, al mismo ritmo. Y aunque mientras, en el ínterin, algo queda sobre su superficie, lo cierto es que su valor se considera despreciable para según qué efectos, entre los que se encuentra el que nos trae.
Que no es otro que el de saber si el globo de helio flota o no. Y para ello hemos de tirar de otros estudios físicos bachilleres, gracias a los cuales sabemos que la flotación de un cuerpo en un fluido, depende de la relación entre dos interacciones opuestas.
En nuestro caso, de un lado, está la gravitatoria que actúa a distancia, es el peso (P) del globo que le hace descender. Y del otro lado está la interacción mecánica que actúa por contacto, es el empuje (E) del fluido en el que está sumergido y que le hace ascender ¿Entonces flota o no?
¿Entonces flota o no?: Peso (P)
La fuerza de la primera nos viene dada por la Teoría de Gravitación Universal (TGU), emitida en 1687 por el científico inglés Isaac Newton (1642/3-1727), cuando contaba tan solo veintitrés (23) años de edad.
Una hipótesis que emitió basándose en sus tres leyes de la Dinámica y en las, también, tres leyes cinemáticas de otro grande, el astrónomo y matemático alemán J. Kepler (1571-1630), sobre el movimiento de los planetas.
Así que mientras debemos el conocimiento de la cinemática celeste a Kepler, el de la dinámica se lo debemos a Newton.
Y siguiendo con éste y su teoría gravitatoria decir que, según ella, todos los cuerpos por el mero hecho de tener masa, interaccionan, incluso a distancia, atrayéndose.
Una propiedad llamada gravitación o interacción gravitatoria que, como resulta que se cumple en cualquier lugar y circunstancia del Universo conocido ¿?, tiene categoría de universal.
Es una teoría que se concreta en una ley homónima que establece que: “La fuerza de atracción gravitatoria entre dos partículas de masas m y m´, a las que puede considerarse puntuales, situadas a una distancia r, tiene la dirección de la recta que las une y su valor es directamente proporcional al producto de las masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que las separa”.
Una fuerza que es conocida como peso (P), cuando uno de los cuerpos que la ejerce es tan grande como un satélite, un planeta o una estrella, por ponerles unos ejemplos. En estos casos la fórmula del peso se suele expresar en función de
la masa (m) del cuerpo en cuestión y del valor de la intensidad gravitatoria (g) del lugar donde estemos.
(Continuará)



1 comentario :

un amante de las ciencias dijo...

¿Qué ocurriría en la Estación Espacial Internacional? ¿Flotaría o no? ¿Hay gravedad en la estación espacial? Le felicito por el blog y ahora que lo escucho, también por el programa de radio.
Espero que me conteste.