domingo, 5 de febrero de 2017

‘DinoPet’, ¿un juguete?

                        Dino Pet // a living bioluminescent pet from BioPop on Vimeo.

En lo que respecta a los intereses divulgadores de este blog sepan que el título de la fruslería científica de hoy, DinoPet, es el nombre comercial con el que se conoce a lo que, en un principio, pasa por ser un muñeco o juguete de compañía.
Uno con forma de pequeño dinosaurio y líquido en su interior, que al ser agitado brilla en la oscuridad. Tal como lo lee y ve.
De modo que, mediante una simple agitación mecánica, pasa de ser un frasco con líquido más o menos “mono” a convertirse, como por arte de magia, en una pequeña lámpara más o menos brillante. Lo que está bien ya que lo podremos utilizar tanto como un permanente objeto de adorno, como uno transitorio de iluminación.
Bueno para utilizarlo o no. Que no entro aquí en el grado de necesidad del objeto (estética o lumínica); al fin y al cabo una simple cuestión de gusto.
Entre Gusiluz y Tamagotchi
Mientras estoy escribiendo estas líneas caigo en la cuenta que este objeto viene a jugar un papel parecido al que hizo Gusiluz hace ya unos años. Ya saben.
Ese muñeco que para muchos de los que nacieron a finales de los setenta o principios de los ochenta, fue compañero de sueño durante buena parte de su infancia. Pues más o menos, algo así veo yo a DinoPet. Bien.
Pero los lectores atentos y avisados saben que aun cumpliendo los requisitos necesarios para el “enroque”, una entrada que se precie y ésta pretende pasar por ser una de ellas, ha de cumplir otros requisitos, de suficiencia, que justifiquen su presencia en esta tribuna.
Y como seguro estoy que se imaginan, ésta los cumple. Empezando porque, si bien los pequeños dinosaurios nos alumbran en la oscuridad de la noche ayudándonos a conciliar el sueño, no lo hacen de forma desinteresada por su parte. No.
Es lo que tienen. A cambio del servicio que nos prestan ellos exigen cuidados por nuestra parte. Sí, algo parecido al Tamagotchi. La mascota virtual que causó furor a finales de los años noventa.

Ese aparato electrónico con forma y tamaño aproximado de huevo, cuya parte central contiene una pantalla en blanco y negro , donde se puede ver a la mascota en cuestión. (Continuará)


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