lunes, 25 de julio de 2016

‘En el espacio nadie puede oír tus gritos’ (y 2)

Les pongo sobre el tapete algunos, agrupados en esas dos grandes categorías.

Fenómenos mecánicos ondulatorios
Entre otros fenómenos mecánicos además del sonido, que se pueden explicar mediante el concepto de onda mecánica se encuentran los producidos por: a) una piedra que se deja caer en la superficie en reposo de un estanque; b) un impulso a la primera ficha de dominó de una serie de ellas colocadas una junto a otra, de forma que la distancia que separa dos fichas seguidas sea adecuada.

O, c) un golpe sobre cualquier membrana tensa, como la de un tambor; d) la sacudida que producimos en el extremo de una cuerda tensa; e) el oleaje del mar; f) un terremoto; g) el trueno; h) una variación de presión (∆p) o de temperatura (∆t).

O, i) la elevación de una bola del extremo de las cinco (5) que conforman el péndulo o cuna de Newton.

Un popular juguete de escritorio desde que se inventó pero que, créanme, tiene más ciencia de la que parece.

Fenómenos electromagnéticos ondulatorios
A los ya mencionados de la luz y las ondas de radio, podemos añadir como ejemplos de ondas electromagnéticas: los rayos ultravioletas (UV), las emisiones de televisión, los rayos gamma, el radar, las microondas, los rayos X, la luz visible, etcétera.

En el colegio estudiamos que al conjunto de todas estas formas de ondas, clasificadas según su valor de frecuencia se le denomina espectro de ondas electromagnéticas.

Una clasificación que obedece más bien a razones de tipo histórico, de utilidad para el hombre o de similitud en algún aspecto, que a un criterio propiamente científico o físico.

Lo que trae consigo, entre otros efectos, que dichas zonas no tengan unos límites definidos y, por ende, se solapen.

Recordamos que históricamente la primera que se "descubrió" fue la luz visible, siguiéndole el infrarrojo (1880), el ultravioleta (1881), las ondas de radio (1888), los rayos X (1895), los rayos gamma (1900) y, poco después, las microondas.

En dicho espectro cada onda viene caracterizada por su frecuencia (f) y longitud de onda (λ), aunque todas viajan juntas a la misma velocidad (c).

Aunque el criterio no es muy científico, por costumbre, se sigue distinguiendo o dividiendo a toda la expansión de energía radiante que llamamos ondas electromagnéticas en grupos o zonas amplias.

Voy ya cerrando este melón del sonido, no sin antes calarlo de nuevo por un par de lados más. Uno se me antoja que anda entre lo filosófico y lo científico. El otro lo veo del todo científico.

Los he titulado: ¿Hace ruido el árbol que cae, si no hay nadie para oírlo? y ¿Dispone el hombre de alguna grabación con sonidos extraterrestres?, respectivamente.

¿A que molan?



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