martes, 24 de mayo de 2016

Baquelita es una resina (2)

(Continuación) A título de curiosidad sepan que el término dieléctrico fue acuñado por el filósofo y científico británico William Whewell (1794-1866), en respuesta a una petición que le realizó el también científico inglés y autodidacta Michael Faraday (1791-1867).

Por cierto que Whewell fue quien utilizó por primera vez el término científico en vez de filósofo natural. Así que en puridad el gran Isaac Newton (1642-1727) no fue un científico sino un filósofo natural.

Es lo que tiene.

En este sentido de aislante, vuelvo a la baquelita, tienen similar comportamiento a ella materiales como: el vidrio, la cerámica, la goma, la mica, la cera, el papel, la madera seca, la porcelana, algunas grasas para uso industrial y electrónico.

Muchas sustancias que no solo están en estado sólido, también hay gases dieléctricos y entre ellos: el nitrógeno (N2), el aire y el hexafluoruro de azufre (SF6) un gas más denso que el aire y sobre el que pueden flotar burbujas de jabón.

Otras propiedades del producto de la condensación
c) Es resistente al agua (H2O) y los disolventes.

d) No es inflamable.

e) Es fácil de trabajar de forma mecánica.

f) Se trata de un plástico termoestable o lo que es lo mismo, una vez enfriado no se puede ya ablandar de nuevo. Una propiedad que le diferencia de los polímeros termoplásticos, que son aquellos que sí pueden fundirse y moldearse varias veces.

La explicación físico-química de esta diferencia radica en el grado de entrecruzamiento que presenten las cadenas.

Que tiene lugar en un alto grado en el caso de la estructura molecular de la baquelita y es casi inexistente en los otros plásticos.

Unos plásticos que aun pudiendo tener sus cadenas lineales o ramificadas no presentan este entrecruzamiento.

g) Además la baquelita, por este método de obtención resulta ser un plástico bastante barato de producir.

h) Y, no lo olvidemos, fue uno de los primeros polímeros sintéticos conocidos con estas propiedades.

En fin que no es de extrañar que para muchos marcara el inicio de la "Era del plástico", y es que no han sido, y aún son, pocas sus aplicaciones.

En definitiva, una vez acabada, la baquelita se presenta ante nuestros ojos como un plástico duro, brillante y frágil, de color oscuro y con cierto aspecto metálico.

De hecho, a veces, casi se puede confundir con algunas piezas mecánicas, como las empleadas en la fabricación de electrodomésticos o en la industria del automóvil.

Aplicaciones pasadas y presentes
Por las propiedades reseñadas, desde sus comienzos, la baquelita ha tenido a lo largo del tiempo múltiples aplicaciones en las nuevas tecnologías emergentes.

Desde la fabricación de carcasas de teléfonos y radios, y como sucedáneo de materiales del tipo del ámbar, carey, etcétera.

Hasta la de estructuras de carburadores y aislantes de terminales eléctricas (cajas de fusibles, interruptores, enchufes) y electrónicos como las placas de soporte para circuitos impresos. (Continuará)




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