lunes, 11 de enero de 2016

La leyenda de Artabán (1)

Una cuestión de tiempos les decía hace unos días, junto con el compromiso de retomar el tema de Artabán dentro de unos meses. Pero he aquí que voy a incumplirlo, al menos en parte.

Algunos comentarios que me han llegado, interesándose por lo que de realidad tiene la historia del cuarto Rey Mago, me han hecho cambiar. Así que les cuento lo que sé de la misma.

Y para que no haya la menor duda, vaya por delante que todo lo que les he escrito hasta ahora es una leyenda falsa.

No existió ese Artabán que no llegó a tiempo al nacimiento de Jesús, ni fue protagonista de una segunda parte de la leyenda que tuvo lugar treinta y tres (33) años después. La que me queda por contarles.

Tampoco es cierto que la historia se encuentre recogida en algunos textos antiguos, no. Al menos a quien esto escribe, no le consta de manera documentada dicha antigüedad. Así que hasta aquí es, por decirlo de alguna manera, la mentira de la leyenda.

Pero toda mentira tiene una parte de verdad.

Y yendo hacia atrás en el tiempo, la existencia ficticia de Artabán cumple, precisamente este año del Señor 2016, su ciento veinte (120) aniversario.

Artabán del cuento
Cuento entendido como narración breve, oral o escrita, en la que se narra una historia de ficción.

Ya me entienden, una historia de esas: sencilla, con pocos personajes, un nudo elemental e inteligible y un desarrollo rápido. Uno de los que se puede contar incluso a los niños, como si fuera infantil al estilo de Pulgarcito o Caperucita roja.

Artabán es el ficticio protagonista de un cuento navideño de título The Other Wise Man (El otro Rey Mago), que en 1896 escribió Henry van Dyke (1852-1933).

Así que nada de nada sobre su ancestral antigüedad. De hecho aún pueden vivir personas que nacieron por esas fechas y a las que sus padres les pudieron leer el cuento recién publicado.

De la narración popular nada más que añadir pues es la base de buena parte de lo que les he contado hasta ahora. De todas formas, por si están interesados en él, y al igual que hice con La Estrella de Clarke, les enlazo para que lo lean.

Y de su autor tan solo unas líneas, al no tratarse de un científico.

Henry van Dyke fue un escritor, clérigo y docente estadounidense que se graduó en Princeton donde ejerció como profesor de literatura inglesa.

Unas actividades que compatibilizó con la traducción de obras alemanas y el desempeño de destacados cargos públicos, como diplomático en Países Bajos.

No obstante su fama se la debe a su relato La historia del otro Rey Mago, que aparece en una versión (1998) escrita por Susan Summers e ilustrada por Jackie Morris.

Y del personaje ficticio al real.

Artabán real
Real como adjetivo asociado a una existencia verdadera y efectiva, que no a la condición del rey o de la realeza.

En este sentido existió o bien dicho existieron varios Artabán a lo largo de la historia. Eso sí, ninguno de ellos encaminó sus pasos hacia Occidente, guiado por un fulgurante mapa celestial, en busca de un Jesús niño al que no pudo ver.

Al parecer el nombre es de origen persa y se corresponde con el de cuatro reyes partos, así como a un hermano de Darío I y un general de Jerjes.

De esa parte de la historia antigua ,es más que probable que lo tomara Dyke, para el protagonista de su cuento navideño La historia del otro Rey Mago.

Ésta es la verdad de la leyenda. De la que en unas semanas les contaré la segunda parte.




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