jueves, 10 de diciembre de 2015

¿Qué es un smelfie?

Me entraba en el buzón de comentarios del blog, al día siguiente de la reseña literaria de El selfie de Galileo de Carlos Elías.

Y con él, un anónimo seguidor me inquiría no sólo sobre el significado del término que titula la entrada. No. Quería saber, además, de su posible relación con el olor, con el sentido del olfato.

Una ocurrente y oportuna pregunta que, lo comprenderán seguro, no podía dejar pasar por nada del mundo. No, no podía. Más que nada porque no tenía ni idea de las respuestas. Vamos lo que se dice ni idea.

Nada de nada. Así que me he remangado las mangas y me he puesto manos a la obra. Y hasta donde he podido averiguar, parte de la historia del anglicismo titular, arrancó de manera anecdótica hace solo unas fechas, y como fruto de un combinado de circunstancias.

A saber: un humorista de las antípodas, que ha sido padre recientemente, que además se mueve en las redes sociales y que le dio por crear un nuevo hashtag con un pañal usado de su retoño.

¿Qué me dicen? Pues que “hay gente pa to”, ¿verdad?

“Hay gente pa to”
Como es el caso que les traigo.

Para que se sitúen les hablo del comediante australiano Adam Hills, quien no hace mucho publicó una foto en Twitter, en la que aparece sosteniendo en su mano izquierda un pañal usado, es decir sucio y maloliente, de su hijo.

Y en dicha imagen utiliza el hashtag #smelfie, palabro del que ya aprovecho para informar sobre su origen. Al parecer se trata de una contracción procedente de smell, oler en inglés y de selfie.

Además, el tal Hills acompaña la fotografía de un breve texto: “Real men change nappies #smelfie”. Algo así como: “Los hombres reales cambian pañales #smelfie”.

¿Es usted uno de esos hombres reales?

Mientras espero sus respuestas les diré que la idea, a buena parte del personal masculino de la cosa esta de las redes sociales, le gustó mucho. Pero que mucho, mucho. Vamos que la foto fue todo un éxito y otros padres no tardaron en hacer lo mismo ¿Se lo pueden creer?

¿A dónde va Vicente?
Perdonen el recurso, pero es que me ha venido a la mente el conocidísimo refrán: “¿A dónde va Vicente? A donde va la gente ¿A dónde va la gente? A donde va Vicente”.

Tan, tan, conocido es que a menudo sólo se dice la primera parte: “¿A dónde va Vicente?”, y los demás suplen la respuesta en su mente o, ya de la que va, la dan en voz alta. Trato de decirles con esto, que parece llegado el “momento” del smelfie.

O lo que es lo mismo.

El selfi de los papás que cambian pañales y no solo no les importa que se sepa, sino que van más allá, y bromean con la idea auto fotografiándose. Una variante más de la autofoto, que sigue haciendo posible lo que les dije más arriba, lo del “momento selfi”. Los selfis que han llegado para quedarse en nuestras vidas.

Y una variante más les digo, porque hace nada leí sobre la llegada de los brelfis, o lo que es lo mismo, hacerse fotos amamantando. En fin. De todo ha de haber...

Pero este blog se llama como se llama y ya saben que no me gusta dar puntadas sin hilo. De ahí que me imagine lo que estará pensando: ¿Por qué les escribo del smelfie, si poco o nada tiene que ver con la ciencia?

Pues porque sí tiene que ver, y además estoy en condiciones de enrocarles el smelfie de hoy con la ciencia de siempre. El nexo está en la misma línea de los gadgets bondianos, de entradas anteriores ¿Cómo lo ven?

Smelfie y Ciencia de la mano.



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