miércoles, 2 de enero de 2013

Bond contra Beatles. Un punto de vista musical


Bueno, sustento, sustento, lo fue al final. Porque de entrada, más bien parecía apuntar a todo lo contrario. A que lo de James Bond y The Beatles, sería una colisión en vez de una interferencia.

Me estoy refiriendo a la banda sonora de la película, cuyo tema principal homónimo Goldfinger, fue compuesto por John Barry, Leslie Bricusse y Anthony Newley e interpretado por la poderosa voz de Shirley Bassey.

Un tema que logró desbancar del Top of the Pops, nada menos que a los mismos Beatles. Y eso era una hazaña que en aquellos años, estaba al alcance de muy pocos.


Como muy pocos eran los que podían vencer al archivillano y archinteligente Auric Goldfinger y a su peligroso y leal sicario Oddjob, con su mortal sombrero de ala metálica.

Por cierto que el padre literario del agente secreto 007, Ian Fleming, lamentablemente no llegó a ver esta película ya que murió en agosto de 1964, unos meses antes de que la película se estrenara.

No obstante, esta rivalidad en la lista de popularidad musical, no pasó nunca del rango de anécdota y, mucho menos, alcanzó el de categoría.

Una prueba de lo que les digo y que el supuesto enfrentamiento Bond-Beatles no fue tal, nos la ofrece el hecho que tuvo lugar unos años después, en 1973, cuando el propio Paul McCartney y el productor de los Beatles, George Martin, compusieron la banda sonora de Vive y deja morir.

No. No hubo colisión. Sólo interferencia mientras se superpusieron. Lo mismo que ocurre con las ondas. Ya se lo vengo diciendo desde hace unas entradas.

De nuevo con las interferencias. Principio de Superposición 
Es nada más que un breve apunte teórico.

Si en un medio elástico se propagan dos o más ondas, la resultante de su coincidencia nos la da el conocido Principio de Superposición, emitido en 1753 por el matemático, físico y médico holandés-suizo Daniel Bernouilli (1700-1782).

Viene a decir que la perturbación resultante en cada punto de dicho medio es igual a la suma de las perturbaciones que producirían cada una de las ondas por separado.

O lo que es lo mismo. Que la elongación de una partícula del medio es la suma de las elongaciones que le producirían las ondas que se están propagando, si únicamente se propagaran cada una de ellas.

Este Principio de Superposición aplicado a las ondas, es similar al empleado en otras situaciones físicas ya analizadas, por ejemplo, las que se estudian a través de magnitudes vectoriales (velocidad, aceleración, intensidad de campo, fuerza, etcétera)

Hasta cierto punto, y por hacer un paralelismo, es semejante al Principio de Aditividad, que utilizamos con las magnitudes escalares (masa, volumen, etcétera).

Tipos de interferencias 
Es algo que podemos hacer en casa. Si, por poner un ejemplo, tenemos dos pulsos de onda que se propagan en una cuerda, observaremos que se suman o contrarrestan sus efectos en los puntos en los que coinciden, pero que después continúan propagándose como si estuviesen solas en aquellas zonas en las que no coinciden.

Según cómo se produzcan esas coincidencias, las interferencias pueden ser:

a) Interferencia constructiva, cuando los dos impulsos llegan en concordancia de fase o en fase al punto de interferencia. En este caso la amplitud (máxima elongación) resultante es igual a la suma de las amplitudes.

Desde el punto de vista matemático, obtenemos una amplitud resultante que es mayor que cualquiera de las iniciales y, que está en fase con los impulsos concurrentes.

b) Interferencia destructiva, cuando los dos impulsos llegan al punto de interferencia en oposición de fase. Ahora la amplitud resultante es igual a la diferencia de las amplitudes, naturalmente, menor que cualquiera de las amplitudes iniciales y en fase con el impulso de mayor amplitud.

Por los resultados, la de Bond y Beatles parece que fue más constructiva que destructiva.

Tin tararan tan tantantan tin, ...


1 comentario :

Anónimo dijo...

Un buen remate. Debería plantearse escribir más sobre "su héroe cinematográfico". Algo que suena raro tratándose de usted