viernes, 2 de marzo de 2012

¿Es el beso algo instintivo o una conducta aprendida por los humanos?

Ése es el debate.
¿Besar es una actividad natural que viene ya codificada en nuestros genes o, por el contrario, se trata de una actividad cultural que aprendemos a través de la observación?

Según Charles Darwin, el primer científico en abordar este besuquero asunto, se trata de algo más bien parecido a lo primero.

Es lo que expone en su libro de 1872, The Expression of Emotions in Man and Animals (La Expresión de las emociones en el hombre y los animales).

En él, el Padre de la Evolución, concluye que el besarse es producto de un deseo innato y quizás hereditario de ser reconocido, de establecer una relación y de “recibir placer del contacto cercano con una persona amada”.

Pero no faltan antropólogos que cuestionan esta teoría. Y su punto de partida es ese diez por ciento (10%) de culturas humanas en las que no se estila el beso.

Por ejemplo, el danés Christopher Nyrop constató hace un tiempo que el contacto labial era desconocido a finales del siglo XIX en Polinesia, Madagascar, algunas tribus africanas y en las culturas esquimales.

Igualmente, en 1929, Alfred Crawley concluyó que el beso era un producto de civilizaciones avanzadas como la europea. Un punto de vista criticado por algunos dado su elevado complejo de superioridad racial.

Desde entonces la posible respuesta ha oscilado entre una posición y otra ¿Cuál es la cierta?

Pues ni una ni otra
En actualidad este movimiento pendular parece encontrar un punto de equilibrio entre ambas. Entre lo natural y lo cultural. Un punto de conciliación interpretativo que nos llega de la mano de la antropóloga Sheril Kirshenbaum. Para ella la respuesta es evidente.

De un lado, en las sociedades donde no existe el beso, hay conductas más o menos equiparables, como el frotamiento de nariz de los esquimales. Luego es natural.

Y del otro, hoy por hoy está muy claro que existe una gran influencia cultural. Cuanto más leemos y vemos del beso, en la literatura, la fotografía, el cine y la televisión, más aceptable nos parece y más lo practicamos. Luego también es cultural.

Sin ánimo de ser exhaustivo, una breve pasada por distintas actividades artísticas, nos muestran  que este íntimo intercambio entre personas puede ser Arte.


1 comentario :

Anónimo dijo...

¡No sé!¡No sé!