jueves, 30 de junio de 2011

Música planetaria

Queda una última curiosidad relacionada con Plutón. Es musical y bastante extraña también.

La historia comienza el verano de 1913 en Mallorca, donde el compositor inglés Gustav Holst y el escritor Clifford Bax están de vacaciones.
Y entre ellos surge la idea de componer una obra musical dedicada a los planetas del sistema solar. Tres años más tarde, en 1916, está acabada.
Lleva por título The Planets y se trata de una suite de siete movimientos, a cada uno de los cuales Holst le dio el nombre de un planeta y el de su correspondiente deidad en la mitología grecorromana:
Marte, señor de la Guerra. Venus, portador de la Paz. Mercurio, el mensajero alado. Júpiter, depositario de la Alegría. Saturno, encargado de la Vejez. Urano, el mago. Y Neptuno, el místico.
Ya ven que los misterios siguen rodeando a Plutón. No está en la suite. Como tampoco lo está la Tierra.
Sólo siete planetas
El primero de ellos es el número de planetas que aparecen en la obra musical.
Sólo son siete y no nueve. Faltan la Tierra y Plutón ¿Por qué?
En principio no tiene nada de misterioso el que Plutón no aparezca en la lista. No podía ser de otra forma.

La obra fue compuesta entre 1914 y 1916 y el noveno planeta no fue descubierto hasta 1930. Así que se trata de una imposibilidad temporal.
Pero no es menos cierto que Holst no murió hasta 1934 ¿Por qué entonces no compuso un movimiento más para él y así completar la suite? Ése sí es un misterio por aclarar.
También lo es el que la Tierra no aparezca en la obra ¿Por qué ese empeño del autor en mantener el número de siete? En este punto no se ponen de acuerdo los exégetas.
Para unos el motivo era la afición de Holst a todo lo místico. Para él el número siete estaba asociado a la perfección. Así que ni pensar en tocarlo.
Otros en cambio son más pragmáticos. Sencillamente Holst estaba hasta el moño de la popularidad de la obra planetaria, que dicho sea de paso no es la mejor del compositor y él lo sabía.
Y no quería darle nueva vida. Natural.   
Ordenación atípica y explicaciones
El segundo de los misterios está asociado al orden en el que aparecen los planetas en la suite. Recuerden: Marte, Venus, Mercurio, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
Es decir con las posiciones de Marte y Mercurio, respecto al Sol, intercambiadas ¿Por qué?
Entre las diferentes explicaciones que hay, una es de naturaleza astronómica.

Supuestamente estaban ordenadas según la distancia de los planetas a la Tierra. Pero eso es un error, no es así.
Los planetas giran todos alrededor del Sol en orbitas no circunferenciales, lo que hace que las distancias entre ellos no sean fijas.
De modo que al variar estas distancias relativas no se les puede ordenar por cercanía.
Hay también una explicación artística. El intercambio de posiciones entre Marte y Mercurio obedecería sólo a motivos artísticos, eso sí desconocidos. Es decir se trata de una explicación ad hoc, por lo que tampoco sirve.
La tercera de las explicaciones es la que más me gusta. Nos dice que Holst eligió ese orden para hacerlo coincidir con el de los signos del zodiaco, del que era un crédulo y ferviente seguidor.
Esta explicación bien podría.

A pesar del título, como ha podido ver hasta aquí, la obra tiene poco o nada que ver con la ciencia y mucho con la mística a la que Holst era tan aficionado.
El motivo por el que la creó, fue astrológico, que no astronómico.
Bueno, pues por ahora, dejaremos el tema de Plutón.
Como han podido leer todo lo relacionado con este planeta es extraño.

Desde el errado motivo por el que se supuso su existencia. Hasta el hecho de que no le quisieran componer un movimiento musical.
Pasando por la confusa razón por la que le pusieron el nombre. Y que por cierto ya no tiene. Que ésa es otra.

Claro que por no tener, ya no tiene ni la condición de planeta.
¿Por qué Plutón ya no es un planeta? ¿Por qué razón ya ni siquiera se llama Plutón?
¿Qué es lo que ha ocurrido, para que así sea?
¿Desde cuándo es esto?

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