viernes, 4 de junio de 2010

Numerología agustina (y II)

En la anterior entrega les decía que la numerología es una pseudociencia que perdura aún en nuestros días.

Y que se basa, como todos los timos que en el mundo son, en la ignorancia y buena voluntad de la gente.

Argumento geómetra
1) Les empezaré recordando que ese número, el 153, ya desde los tiempos pitagóricos, se sabía que era de los “triangulares”.

Sucede que ellos, solían representar los números con piedrecitas o puntos en la arena, tratándoles de asociar siempre figuras geométricas.

Y una de esas figuras era el triángulo rectángulo isósceles (el de dos lados iguales).

Pues bien. A aquellos números con los que se podían formar se les llamaba eso, triangulares. Y así:

- El número tres (3) es triangular porque con él podemos formar un triángulo si colocamos un punto y debajo otros dos en línea.

- El número seis (6) también lo es porque se puede formar un triángulo si colocamos un punto, debajo dos y debajo tres.

- El número diez (10) igualmente conforma un triángulo si colocamos un punto, debajo dos, debajo tres y debajo cuatro.

- El número quince (15) también conforma un triángulo si colocamos un punto, debajo dos, debajo tres, debajo cuatro y debajo cinco.

Bueno pues así se puede conformar el también triangular ciento cincuneta y tres (153).

Algo que, no hay duda alguna, San Agustín ya conocía y por eso lo empleó.

Lo llaman argumento “ad hoc”. Y no vale.

Pero no es este método matemático (geométrico) el único para conseguir dicho número

Otros argumento matemáticos
2) Nuestros estudiantes de secundaria no desconocen que dicho número se puede obtener también como la suma de los números de una progresión aritmética de 18 elementos, cuyo primer elemento es el cero (0) y de diferencia uno (1).

Una suma que se obtiene, sumando el primero más el último multiplicando la suma por el número de ellos y dividiéndolo entre dos: s = (0+17)18/2 = 153.

(3) Pero para el bíblico número hay otras formas matemáticas de conseguirlo. Por ejemplo, como la suma del cubo de sus tres cifras:

13 + 53 + 33 = 153


(4) O como la suma de los factoriales de los cinco primeros números:

1! + 2! + 3! + 4! + 5! = 153

1 + 2 + 6 + 24 + 120 = 153

Por si les sirve. El operador factorial (representado con el signo "!") de un número se calcula, multiplicando dicho número por todos los números enteros menores que él hasta el 1. Por ejemplo, factorial de 4 es:

4! = 4 • 3 • 2 • 1 = 24

Como pueden ver se trata sólo de matemáticas. Y de echar las cuentas convenientes, con los números adecuados y el operador correcto.

Nada, por tanto, de magia. Ni de poder oculto de los números. Y mucho menos de Biblia. No.

Quien así lo piense sólo deja entrever su ignorancia. Además de dejar en mal lugar a su creencia.

Bueno hasta aquí. Perdonen el inciso docente. Sin duda una deformación profesional que, a veces, me cuesta trabajo dominar.

No en vano somos animales de costumbres. Pero, eso sí, animales de costumbres que razonan.

A propósito de esta falsa ciencia conocida como Numerología corre por Internet una intrigante coincidencia numérica.

Algo que, según algunos, sólo se podría justificar gracias al poder mágico de los números. Que en esta ocasión representaban fechas.

Cuestión de fechas
En dicha leyenda urbana pone:

18 -07-36 fecha del Glorioso Alzamiento Nacional +
02-04-39 fecha del fin de la Guerra Civil =
----------- --------------------------------
20-11-75 fecha de la muerte del Generalísimo Franco

¿Qué? Curioso, ¿verdad?

¿Cómo se puede explicar, dicha relación entre fechas, si no es por la magia numerológica y su inmenso poder esotérico?

Lo cierto es que es curioso. Sí. Pero hasta ahí llego. Sólo es, como mucho, curioso. Y si me apuran ni siquiera eso.

Ya sabemos que para conseguir efectos así con los números, sólo hay que combinarlos de la manera adecuada hasta conseguir lo que se quiere.

Por tanto no hay que dar ninguna explicación. Sale porque se ha hecho para que salga. Como un truco de magia.

Luego no hay que explicar nada. Porque nada hay.

Sin embargo, cuando lo vi por primera vez, algo no me casó en las fechas. Y realicé un par de consultas que dejaron el engaño a la vista.

Las fechas no eran correctas. O mejor dicho se habían seleccionado de forma taimada. Sucede que:

1.- El alzamiento comenzó el 17 de julio en el Protectorado Español en Marruecos, y no el 18

2.- La guerra no acabó el dos de abril, sino el uno. Así que no sale el 20 sino 18.

O sea que no cuela. Por lo tanto la coincidencia no es curiosa, por la sencilla razón de que ni siquiera es cierta.

Es lo que ocurre, por lo general, cuando se investigan supuestas pseudociencias y fenómenos paranormales como la Sábana Santa, la homeopatía, los platillos voladores, las psicofonías, etcétera.

Detrás de todos ellos solo hay errores, ignorancia, cuando no fraudes. Como el de los caras de las caras de Bélmez.

1 comentario :

andres nieva dijo...

deberia escribir sobre las caras de belmez me gustaría saber si es verdad