jueves, 22 de abril de 2010

Leyenda urbana (y III)

(Continuación) Mi padre y su mujer tuvieron en navidades otro niño. Comprendan mi desesperación.

Mi hermano (lo es de padre) es también mi nieto (lo es de hija). Lo que viene a significar que, ¿soy mi propio abuelo?

¡Dios! qué difícil es todo.

En fin, no sigo. No le quiero cansar. Señor, le ruego encarecidamente que me permita regresar a mi hogar.

Confiando en su comprensión, le mando un muy cordial saludo”.

Hasta aquí la noticia. Es buena, ¿verdad? Al parecer, y según el artículo publicado, esta persona fue eximida del servicio militar con el siguiente apunte en su expediente:

Estado psíquico - Inestable y con trastornos mentales.
Clima familiar - Muy perturbador.
Pronóstico - Preocupante, muy preocupante.

Hasta aquí la ficción, la leyenda urbana. Pero a veces, las leyendas, suelen tener una buena base de realidad. Ya saben quien imita a quien.

La realidad del lio familiar
Les decía que, a veces, las leyendas suelen tener una buena base de realidad. Es lo que le ocurre a la que les acabo de contar. Que parece sacada de la misma realidad.

Una realidad que, casi, supera a la fantasía. Seguro que usted la conoce.

Es la de la familia del cantante Julio Iglesias. Repasen conmigo, a ver si están de acuerdo.

Guillermo, que tiene algo más de un añito, es el menor junto a Miguel Alejandro, Rodrigo, Cristina y Victoria, de los cinco hijos que Julio tiene con Miranda.

Y el último de una prole, en total de ocho hijos, que encabezan los tres mayores, Julio José, Enrique y Chábeli, que tuvo con Isabel. Hermanos éstos que por edad, estarán conmigo, bien podrían ser sus padres.

Es lo que tiene ser tan prolífico. Cuando por edad lo propio es que babees con tus nietos, vas y lo haces pero con tus hijos.

Hijos que a su vez tienen un sobrino, como el de Chábeli que, por estas cosas de la vida, es mayor que sus propios tíos. Y sin embargo todos son, aún, unos niños.

Pero también tienen unos tíos, Jaime y Ruth, los hijos del fallecido Papuchi. Lo recordarán, el papá de Julio. O otro que tal. Dichosa la rama que al tronco sale.

Bueno, pues lo que les decía, estos tíos (tíos parentales) son también de la misma edad que ellos. Por lo podrían irse a jugar todos juntos al parque. Todos.

Los tíos de los tíos, los tíos de los sobrinos y los mismos sobrinos que, ahora que lo pienso, serían nietos segundos de…

¡Ufff! ¡Qué lío de familia!

Rectifico mi afirmación de más arriba. En este mundo, la ficción es una mala imitación de la realidad.

Como ocurrió con los móviles y las palomitas. Otra leyenda urbana, ésta relacionada con la Ciencia.

No hay comentarios :