miércoles, 10 de febrero de 2010

Cuando escucho mi voz grabada no me gusta nada (I)

Creo que casi todos nosotros, por no decir todos, hemos tenido la misma sensación. Experimentado el mismo fenómeno acústico.

En algún momento nos hemos grabado, hablando o cantando, y al escucharnos, nuestra propia voz nos ha resultado extraña, diferente.

Tanto que hasta llegamos a cuestionarnos si es la nuestra. Porque lo cierto es que no nos suena como al natural, cuando nos oímos mientras hablamos.

No importa que la oigamos a través de una cinta, de un mp3 o por la radio. El hecho es que la percibimos diferente a lo que estamos acostumbrados.


Incluso a algunos les preocupa saber si es así como se le oye. Porque sucede que a muchos no les gusta su voz cuando se escucha. Le suena peor, como más chillona.

Técnicamente diríamos que con un tono más agudo, o sea, como un sonido de frecuencia más alta ¿Cuál puede ser la razón?

Explicación fisiológica
Descartado cualquier mal funcionamiento en el sistema de grabación, reproducción, radiofónico, etcétera, existe una explicación científica basada en diferentes disciplinas de la ciencia. La primera de ellas es la Fisiología.

Hemos de saber que el sonido puede llegar hasta el oído interno a través de dos vías distintas. Y según se haga por una, otra o ambas a la vez, las propiedades del sonido que percibamos, en este caso su tono, podrán ser diferentes.

El primer camino es el que lleva el sonido transmitido por el aire, hasta nuestro oído interno, y que pasa por esa caracola conocida como canal auditivo externo, el tímpano, el oído medio y la cóclea, ese receptáculo en espiral lleno de liquido que se encuentra en el oído interno. Así es como nos llega el sonido producido en el exterior.

Pero cuando somos nosotros quienes lo producimos, hablando, gritando o cantando, entonces existe otra senda, simultánea a la anterior, por la que el sonido llega a nuestro oído interno.

En este caso el sonido viaja directamente desde las cuerdas vocales y otras estructuras, huesos y tejidos de la cabeza, hasta la cóclea.

De modo que lo que escuchamos al hablar es una combinación de lo que nos llega a través de ambos canales.

Lo que procede del medio exterior y lo que nos llega desde nuestro interior. Dos vías para entender pero, ¿por qué nos suena más aguda?

Explicación física
Desde el punto de vista de la Física, dentro de su apartado de mecánica de fluidos, el fenómeno se conoce como una superposición espacio-temporal de ondas mecánicas.

Superposición en la que una de esas dos emisiones de ondas elementales -en concreto las que nos llegan a través de la cabeza, sus huesos y tejidos- tiene una particularidad física.

Dada la naturaleza, estructura y estado de agregación de la cabeza (básicamente sólido), sus propiedades mecánicas la hacen ser, no sólo un magnífico conductor del sonido.

También propician que, a su través, se produzca un refuerzo de las vibraciones u ondas de menor frecuencia. (Continuará).

1 comentario :

Rubén del Pino Téllez dijo...

Interesante el artículo. A ver si es posible culminarlo con una dosis de neurología que explique además por qué no nos gusta nuestro timbre =P