sábado, 30 de mayo de 2009

Voz de alarma


Seguro que lo han reconocido. Es el óleo más importante del pintor y además uno de sus preferidos. Con esta gran obra del naturalismo pictórico el hombre, no el pintor, pretende despertar la conciencia social, ante los problemas de su época.

En la Triste herencia de 1899, Joaquín Sorolla nos muestra la parálisis cerebral de unos niños del asilo San Juan de Dios, mientras se bañan en la playa del Cabañal de Valencia.


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