jueves, 12 de marzo de 2009

¿Cuáles son los síntomas orgánicos del arte amatorio?

(Continuación). No seré yo quien se los vaya a descubrir, desde luego. Pero quizás no estaría de más que citáramos algunos de ellos, para el buen desarrollo de esta entrada.

Me refiero  a esos síntomas que en los enamorados se hacen notar al instante y que son bien conocidos de todos:

- El corazón late mucho más deprisa. Hasta 130 pulsaciones por minuto). Por eso dicen que se nos sale del pecho.
- La capacidad muscular aumenta. Es debido a que se liberan  importantes cantidades de grasas y azúcares.
- Las pupilas se dilatan hasta un 30%.
- La sangre se acumula en sitios sexy como mejillas, labios, pene o vagina.
- Se liberan más glóbulos rojos. Es con el fin de mejorar el transporte de oxígeno, desde los pulmones hasta el resto del cuerpo.
- La presión arterial sistólica, lo que conocemos como máxima, sube.

En fin, que les voy a contar que ustedes no sepan de primera mano. Es una obviedad. Dicen que “hay dos cosas que el hombre no puede ocultar: cuando está borracho y cuando está enamorado”. Y qué cierto es.

Ésta es la metamorfosis que sufre un cuerpo enamorado. Pero, ¿cuál es su causa? ¿Dónde radica la razón de los síntomas del enamoramiento?

De otra forma, ¿qué dice la ciencia de las cosas del querer?

La química del amor

Hace sólo poco más de una docena de años que se planteó el estudio científico del amor como un proceso bioquímico.

Una transformación que se inicia en la corteza cerebral, pasa a las neuronas y de allí al sistema endocrino, dando lugar a intensas respuestas fisiológicas conocidas y reconocidas por todos.

Es lo que algunos han dado en llamar "La química del amor". Una expresión acertada por intuitiva, que explica las descargas neuronales mediante la electricidad, y las hormonales por las reacciones entre distintas sustancias químicas.

Y con todo junto, no sólo la justificación de porqué una pasión amorosa puede descontrolar nuestra vida, sino también, la explicación de buena parte de los signos del enamoramiento.

Como pueden apreciar los signos de la vida son explicables, en casi, si no en su totalidad, en términos de física y química. Así que dos ciencias duras, tras los tiernos signos del enamoramiento.

Unos signos que muchas personas, si han sido afortunadas, habrán percibido más de una vez. Y que ahora sabemos, son el resultado de complejas transformaciones físico-químicas en nuestro organismo.

Transformaciones que, según la ciencia, son las mismas para todos nosotros. Por lo que nos deben hacer sentir, aproximadamente lo mismo.

Sin embargo, y a pesar de lo que diga la ciencia, a cada uno de nosotros nos hace sentir ese amor como único. Es lo que tiene el amor.

Y del que ya nos avisó el gran Lope de Vega, en su amoroso soneto:

… huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño.
Creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño.
Esto es amor, quien lo probó lo sabe.
Con sus versos el poeta ya nos hace saber que esto del amor tiene lo suyo y va por etapas.

Un amor en el que los estudios de la antropóloga Helen Fisher, de la Universidad de Rutgers en Nueva Jersey, basados en sus investigaciones mediante resonancia magnética funcional, permiten encontrar tres momentos bien diferenciados.

Son las tres etapas del amor.

2 comentarios :

V dijo...

Agradezco mucho profesor todas estas entradas que ha hecho sobre "la quimica del amor".
Se siente uno cuando las lee que ya lo sabia pero que sin embargo se habian olvidado!
A ver si escribe alguna nueva entrada sobre estos temas que ya hace casi un año desde la ultima que subió.

Carlos Roque Sánchez dijo...

Gracias por tus palabras V.
Prometo ponerme a ello. A mí también me gusta.
Saludos.