sábado, 15 de marzo de 2008

Barrabás

A nadie escapa lo que de delicada tiene la relación ciencia-religión. Dos malos compañeros de viaje si viajan juntos, ya que son inmiscibles como el agua y el aceite. Justo donde acaba uno empieza la otra.

Les cuento esto porque el dúo ciencia-creencia lo podríamos convertir, en este caso, en trío gracias a la magia del cine. Me explico.

Sólo una vez en la historia del cine se ha filmado un eclipse real como parte de una escena de una película. El eclipse total de Sol se filmó el quince de febrero de 1961 y se pudo observar en Europa.

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